Este once de julio cumplo un año, mis ojos son los de un bebé, que todavía confía de la gente que tiene a su alrededor y que no mira atrás, mi futuro es mi presente, quizás 1 año de vidalas cosas podrían, deberían, haber sido de otro manera, pero son como son, el pasado no existe, ni siquiera para mirar por el retrovisor, he conseguido alejar mis fantasmas, incluso perdonar aunque solo sea para soltar amarras y liberarme de aquellos, además, aun con las dificultades sociales que nos asolan, veo entusiasmo por la calle, al menos rebeldía y ganas de cambiar. Sí, cualquier tiempo pasado no fue mejor, lo mejor está por venir. Este once de julio soplaré con entusiasmo la vela de mi tarta de cumpleaños.