Desde 2010 “YouTube” personaliza un video, para cada usuario de su red, con los mejores momentos del año, sin embargo en éste 2020, la compañía  filial de Google ha decidido no hacerlo, emitiendo el siguiente comunicado: “2020 fue diferente y no queremos fingir que no fue así. Así que nos vamos a tomar un descanso en “Rewind” este año…Aviso de Youtube sobre no Rewind en 2020

Es evidente que las consecuencias que el mundo, en su completitud, ha vivido en 2020, marcadas por la pandemia del Coronavirus Covid-19,  superando los sesenta y dos millones de contagios, además de un millón y medio de fallecidos, suponen un editorial en sí mismo, pero aún dentro de ese matiz que, indudablemente, domina la sensación general que marcará la calificación de este año en las hemerotecas, habrá hitos personales, con seguridad, que harán que la historia de los 366 días que finalizan el próximo treinta y uno de diciembre, sean recordados con una, pequeña o gran, sonrisa por cada uno de sus diferentes protagonistas.

“Lo que embellece el desierto es que esconde un pozo en alguna parte” (Antoine de Saint Exupéry, “El Principito”) 

Incluso un año como el 2020 tiene cosas buenas a recordarPocos parajes en la planeta Tierra son tan duros y oscos, para el ser humano, como los desiertos, pero incluso en ellos, como afirma Antoine de Saint Exupéry en su famosa obra de “El Principito”, en algunas de sus partes esconden agua, convirtiendo su rudeza en belleza.

Igual sucede con el nacimiento de un bebé deseado que llena de alegría la familia a la que llega, y en éste 2020 ya han sido más de 128 millones los pequeños que han roto a llorar un momento antes de cruzar su primera mirada con su madre y su padre, repitiendo la escena, y su gozo, aproximadamente, 390.000 veces cada día.

“Podrán cortar las flores, pero no podrán detener la primavera” (Pablo Neruda)

Habrá habido personas que, tras esperar durante tiempo que se lograse un determinado umbral, largamente esperado en sus historias personales y particulares, hayan visito, por fín, al alcance de sí mismos la posibilidad de poner el pie en esa orilla que parecía muy alejada, y casi imposible de conquistar, para quienes, en su pequeña e íntima historia, este año 2020 haya sido el de su particular cuadratura del círculo.

Objetivos largamente perseguidos que habrán sido finalmente alcanzados, incluso superaciones de enfermedades o el alivio de un reencuentro tras la amargura de una distancia personal que duró demasiado tiempo.

La vida siempre se abre paso

“Sobre la greba (armadura) dolorosa que suele ser la vida, brotan y florecen no pocas alegrías” (José Ortega y Gasset)

Incluso un año como el 2020 tiene cosas buenas a recordarQuizás esas cosas buenas a recordar sean más modestas y pasen, simplemente, por un momento de autosatisfacción generada por una tarea bien hecha que nos hace sentirnos a gusto con nosotros mismos. Tal vez por la certeza de estar viviendo, o haber vivido, eso que entendemos por un momento mágico, sea sensorial o afectivo.

Decía José Ortega y Gasset que “sobre la greba (armadura) dolorosa que suele ser la vida, brotan y florecen no pocas alegrías” y, efectivamente la vida no es fácil y el dolor la acompaña, especialmente en periodos y circunstancias como los vividos por toda la humanidad a lo largo del año 2020, no obstante, incluso en las peores circunstancias, es posible encontrar una sonrisa, instantes de felicidad e incluso conseguir alcanzar alguno de nuestros anhelos.

“La desdicha es grande, pero el hombre es aún más grande que la desdicha” (Rabindranath Tagore)

Incluso un año como el 2020 tiene cosas buenas a recordarAhora cuando nos quedan unos pocos días para pasar la hoja del calendario correspondiente al último día del año 2020, es un buen momento para, a pesar de todo, buscar en nuestros recuerdos y encontrar esas cosas buenas que podemos recordar de él. No se trata de autoconvencernos artificialmente de que las cosas negativas vinculadas a la pandemia puedan quedar ni orilladas, ni compensadas por esas experiencias, quizás modestas, positivas; pero sí ser conscientes que aún inmersos en una gran crisis sanitaria, con las consecuencias económicas y sociales dimanadas de ella, somos capaces de separar el trigo de la paja y marcar alguna efeméride por la que recordar este primer año de la tercera década del siglo XXI con una sonrisa y ese ejercicio, personal y particular de cada uno de nosotros, es un magnífico preámbulo para un nuevo año que sea la puerta de entrada a un tiempo nuevo, que marque distancias con lo inmediatamente vivido a consecuencia de la pandemia sanitaria.

No necesitas a «Youtube» para inventariar tus buenos momentos del año 2020, simplemente recuérdalos, revívelos e impúlsate en ellos para comenzar con decisión el 2021.

 

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