¡Quiéreeeeete!, ¡quiéreeeeete muuuuucho!, con algo parecido a ésto comienza el estribillo de una conocida melodía, ¿y tú?, ¿te quieres mucho?, ¿poco, nada?…¿o simplemente te soportas?.

Sentir amor está en la esencia de la vida, es el componente básico en nuestras relaciones, sean de pareja, de amistad, sociales, parentales, filiales, familiares, pero ¿te amas a ti mismo?; si no eres capaz de responder afirmativamente a esta pregunta, ¿crees que estás en disposición de dar amor a los demás?.

“Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna.” (Oscar Wilde)

QuiéreteSé egoista, no tengas miedo…atrévete, quiérete a ti mismo, no tengas reparo.

¿Qué hay de malo en anteponer tus propios deseos a los de los otros?, ¿cual es el problema de pensar primero en ti?.

Hay demasiadas personas que viven sus vidas enteramente sometidas a las elecciones de los demás, con la motivación de buscar la aceptación de un montón de personas y terminan por no vivir sus propias vidas, si no las de aquellos …¡nada es tan agotador como intentar complacer a todo el mundo, todo el tiempo!, además de imposible.

Quererse a uno mismo es ser capaz de amar a los demás.

QuiéreteHagas lo que hagas por complacer a quienes tienes alrededor, nada será suficiente, por muy cariñoso, seductor, comprometido, talentoso, maravilloso, inteligente, lúcido, original, etc… siempre habrá alguien al que no gustará tu manera de hacer, que te asignará otros adjetivos como maniático, perfeccionista, o quizás inconstante e incluso algo holgazán; que se sentirán a disgusto, o quizás incluso amenazados, hasta encontrar el momento más inesperado para despreciarte.

No hagas las cosas para caer bien, simplemente hazlas, si entiendes que las tienes que hacer y estás comprometido con ellas. Tienes únicamente una vida, la elección es vivir realmente tu vida, o vivir la de los demás, lo cual, tampoco te garantiza la aceptación de ellos, pero a ti te generará incomodidad y, quizás, hasta frustración.

Atrévete a ser tú mismo y a mostrarte tal como eres

QuiéreteNo se trata de ser un déspota con los demás, ni de caer en la frivolidad o la crueldad, simplemente te invito a pensar primero en tí, para ser fuerte, para sentirte seguro, porque desde esa posición sí podrás ayudar a los demás, si eres feliz, si te encuentras a gusto contigo mismo, serás capaz de contagiar esa energía y la sabiduría vinculada a ello.

Aprende a decidir que es lo que realmente quieres para tu vida, y proclámalo sin miedo, despójate de tener que fingir lo que no eres, sé honesto contigo mismo, aprovecha la oportunidad de ser fuerte, de sentirte libre y seguro de tus propias convicciones.

No hay amor suficiente en el mundo, para llenar el vacío de una persona que no se ama a si misma.

QuiéreteEn este camino te sugiero una fórmula para que pienses en ella para llegar a amarte con mayusculas: primero acéptate, con todas tus imperfecciones, pero también con esas cosas que no haces mal del todo, a continuación respétate, y finalmente, quiérete. Cuando tus pensamientos están en armonía con estos tres pasos, estarás en el umbral de amarte y de amar a los demás.

Virginia Satir desarrolló lo que se conoce como “las cinco libertades”, campo en el que luego abundó Jorge Bucay, para desarrollar la autoestima, que es lo que subyace detrás de la falta de amor por un mismo, te las presento a continuación, con la sugerencia de que pienses en ellas y reflexiones sobre que cambiaría si te lo aplicaras a tu vida diaria:

1) La libertad de ver y escuchar lo que está aquí, en lugar de lo que debería estar, estuvo o estará.
2) La libertad de decir lo que se siente y se piensa, en lugar de lo que se debería sentir y pensar.
3) La libertad de sentir lo que se siente, en lugar de lo que debería sentirse.
4) La libertad de pedir lo que se quiere, en lugar de tener siempre que esperar el permiso.
5) La libertad de arriesgarse por cuenta propia, en lugar de optar únicamente por estar `seguro´y no perturbar la tranquilidad.

Quiérete, ya que el amor bien entendido empieza por uno mismo.

QuiéreteArriésgate, prueba, experimenta …si te quieres y te respetas, verás a los demás como aliados tuyos, empatizarás con ellos, puesto que no serán ninguna amenaza, sumarás y no dividirás. Serás capaz de ayudarles y quererles como se merecen, desde tu fortaleza.

Con respeto hacia los demás, con cariño, con empatía …y, desde luego, con mucho amor, pero sé tu mismo, se quien quieras ser, la buena noticia es que es posible.