En unas horas, en un par de días, nos enfrentaremos a cruzar una nueva frontera, la de un año nuevo, momento de enunciar nuevos compromisos, nuevas metas, quizás de recuperar planes que no llegamos a cumplir en el año que acaba: dejar de fumar, ir al gimnasio, perder algo de peso, dejar atrás las dificultades con el inglés, etc…
Pero más allá de perseguir esos cambios en los hábitos, ¿cuáles han sido los logros de este año?, ¿con que objetivo te sentías comprometido hace doce meses, a tu alcance, pero fuera de tu caja de confort, y has cesado en su persecución?, responderse con honestidad a esa pregunta nos pueda generar ya un pequeño, o quizás potente, cambio de observador.
Seamos valientes y sigamos avanzando en esa línea… ¿sabemos de verdad lo que queremos?, ¿soy de verdad lo que quiero ser?, ¿estoy en medio de donde quiero estar?, ¿me acompañan quienes deseo que me acompañen? …en resumen ¿qué quiero de la vida?.
Quizás no haya una pregunta más potente, profunda, difícil que este …¿qué quiero de la vida?, ello exige reflexión, deseo y elección, cuando en demasiadas ocasiones lo que hacemos en nuestro día a día carece de esos componentes y las cosas que suceden nos van atropellando, sufrimos sobre lo que pasa, sin poner el foco en cómo queremos que las cosas ocurran.
En el campo del coaching ontológico defendemos que la realidad se crea desde el lenguaje, verbalizando las palabras exactas sobre lo que queremos, los objetivos que perseguimos y el plan de acción para conseguirlo, si bien utilizamos la distinción de Sueño Vs. Visión, para diferenciar lo que no pasa de ser un deseo o un anhelo (sueño), de la visión, que exige el desarrollo de un plan de acción para alcanzarlo. La visión nos compromete, el simple sueño no.
Con frecuencia, ante un cambio de año, solemos oír la pregunta ¿qué le pides al nuevo año?, cuyo enunciado ya encierra la trampa de identificarnos como sujetos pasivos de lo que pasará en esos doce meses, presentándonos como víctimas de los acontecimientos y no cómo responsables; la pregunta correcta sería ¿qué quieres hacer? y para ello debes tener una visión sobre ello, que te permita implementar un plan de acción.
Empecemos por el principio …¿alguna vez te has enfrentado a un folio blanco, con la decisión de escribir un relato?, imagina tu año 2016 como un folio blanco dispuesto a que plasmes en él tus proyectos, tus prioridades…¿qué cosas quieres hacer?, reséñalas todas en él, que no falte ninguna de las que realmente quieras …¡ah! y recuerda que 2016 es bisiesto y tienes 366 días por delante.
Como segundo ejercicio, te propongo que hagas un inventario de los logros que has conseguido en este 2015 que termina, sé exhaustivo, y relaciónalas en una hoja aparte …¿hay alguna cosa que te marcaste y quedó pendiente?, consígnalas también. Revisa esas tareas pendientes, ¿todas ellas siguen siendo importantes para ti?, identifica las que quieres rescatar para este nuevo 2016.
Repasa contigo mismo que sucedió con esos retos que quedaron por el camino del año 2015, no pasa nada al no conseguir todos nuestros objetivos, lo más importante es identificar lo que nos ha impedido alcanzarlos y qué cosas podríamos haber hecho de manera diferente, a fin de implementarlas a partir de ahora.
El último paso que te propongo es que priorices entre los nuevos objetivos y los que quieras recuperar, asígnales puntuaciones …, poco a poco tus retos para 2016 se irán haciendo visibles ante ti y éste es el momento de que pongas “título” a tu visión para el nuevo año, a modo de mantra que irás repitiendo en el camino de la acción, para conseguirla.
Una vez identificado tu reto para 2016, con el que te sientas comprometido y esté a tu alcance, pero siempre fuera de tu caja de confort, reflexiona sobre los aprendizajes y desaprendizajes que tendrás que incorporar a “tu estar siendo” para conseguirlo, siendo consciente que, en muchas ocasiones, es mucho más complejo desaprender algo viejo, que aprender algo nuevo.
Con la liturgia del nuevo año, algo renace en nosotros, nuevas ambiciones, nuevos sueños … y una nueva etapa que aún está por vivir, espero que estas líneas te hayan ayudado para identificar tus auténticos propósitos para 2016 y recuerda que el coaching, como técnica de acompañamiento para incorporar a tu día a día formas de hacer diferentes, para conseguir resultados extraordinarios, y coaches certificados, como yo, estamos a tu disposición para ayudarte a lograrlo.
¡Enhorabuena por descubrir tu propósito para el año 2016 y mucho éxito!.
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