El síndrome de HubrisSe cuenta como leyenda una anécdota sobre el político argentino Hipólito Yrigoyen, que presidió su país en dos periodos (del 12/10/1912 al 12/10/1922, y del 12/10/1928 al 06/09/1930), según la cual sus asesores cercanos hacían imprimir un diario ex profeso‘, para él, con una imagen de la Argentina que nada tenia que ver con la realidad, a fin no preocupar al mandatario ante las situaciones desfavorables del día a día, acuñándose la expresión de ‘Si sólo lees el diario de (Hipolito) Yrigoyen, te va a pasar lo que le pasó a Yrigoyen‘ (en referencia a lo sucedido tras ser desalojado de la presidencia en 1930), creando una ficción totalmente alejada de la realidad.

“Si sólo lees el diario de (Hipólito) Yrigoyen, te va a pasar lo que le pasó a Yrigoyen

Moiras

Las tres Moiras matando a los gigantes Agrio y Toante

En la antigua Grecia, donde no se utilizaba el concepto de pecado como sucede en las religiones de origen cristiano, la principal falta observada en su sociedad era padecer de ‘Hibris’, relacionándose con la falta de aceptación en el propio destino, alejándose del concepto de las llamadas ‘Moiras’, que eran las personificaciones de su hado o fortuna. La ira y la rabia son reacciones propias de quien padeceHibris’, expresión de la falta de mesura, ponderación y sobriedad, hasta el extremo de que Eurípides llegara a afirmar: ‘Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco‘.

Ese deseo por deformar la realidad, o lo que es más grave, creer realmente que lo que se piensa es lo que sucede, es un rasgo que con frecuencia aparece en las personas que ejercen poder, siendo descritos sus efectos dentro de lo que se conoce como ‘Síndrome de Hubris’, concepto cuyos detalles fueron señalados por primera vez por el ex-político David Owen, quien fue ministro en el gobierno laborista de James Callaghan, y el psiquiatra Jonathan Davidson. Los rasgos de conducta, y síntomas, que identificaron en él son: orgullo extremo, exceso de confianza, arrogancia, desprecio hacia los demás, obsesión por la imagen personal, desdén por los consejos u opiniones críticas de otros, percepción de sí mismo como un mesías en posesión de la verdad absoluta, falta de atención a los detalles y acciones impulsivas.

A quién los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco” (Eurípides)

El síndrome de HubrisOwen y Davidson pusieron el foco en los políticos investidos de grandes dosis de poder, y llevaron a cabo un estudio en el que analizaron los perfiles psicológicos de los presidentes de los Estados Unidos y de los primeros ministros del Reino Unido que habían desempeñado esas funciones en los últimos cien años, y la búsqueda de rastros hubrísticos en ellos, reveló que siete de los presidentes de EE.UU., en ese periodo, sí mostraban rasgos compatibles, son los casos de los RoEl síndrome de Hubrisosevelts, Woodrow Wilson, John F. Kennedy, Lyndon B. Johnson, Richard Nixon y George W. Bush, aunque éste último era el caso más claro de ‘Síndrome de Hubris’. En la muestra realizada sobre ‘premiers‘ británicos encontraron un grupo en el que identificaron signos de un orgullo excesivo, desde Herbert Henry Asquith a Tony Blair, pasando por David Lloyd George, Neville Chamberlain, Winston Churchill, Anthony Eden y Margaret Thatcher, todos con señales hubrísticas, aunque  solo Lloyd George, Chamberlain, Thatcher y Blair eran compatibles al 100% con los efectos y síntomas del síndrome identificado comoHibris’ en la Grecia clásica.

Es evidente, y paradigmático, el ejercicio del poder en la acción política, especialmente si se gobierna, pero los rasgos del ‘Síndrome de Hubris’ no se dan solo en ese ámbito sino también, por supuesto, en las empresas privadas y el mundo de los negocios.

¿Se accede al poder por tener rasgos del ‘Síndrome de Hubris’ o se desarrollan sus síntomas, e indicios, tras haber desempeñado el poder durante un tiempo?

Hubris¿Se accede al poder por tener rasgos del ‘Síndrome de Hubris’ o se desarrollan sus síntomas, e indicios, tras haber desempeñado el poder durante un tiempo?. A la pregunta anterior responden Owen y Davidson en su estudio, señalando que se desarrolla, de manera concreta y específica, solo después de que un líder haya desempeñado, y mantenido, el poder durante un tiempo, lo cual argumenta la necesidad de los pertinentes contrapesos que quien lo ejerza tenga en otros ámbitos (judicial, comités, consejos de administración, parlamento, limitación de mandatos, etc…). 

¿Como salir del bucle del ‘Síndrome de Hubris’?, lo primero sería ser capaz de tener consciencia sobre ello, para lo cual la ayuda un tercero (compañero, familiar, amigo, coach, etc…) será fundamental pues muchas veces quedamos atrapados por nosotros mismos, como Hipólito Yrigoyen, que se creía el artificio e irrealidad del periódico escrito ‘ad hoc’ para su única lectura, construyendo verdaderas ‘mentiras de patas cortas‘, en descripción del refranero español.

“Oye sólo a medias el que oye sólo a una parte” (Esquilo)

Problema y solucciónTrabajada la consciencia, el siguiente paso es abordar las diferentes situaciones con un enfoque múltiple, que contemple la percepción de otras visiones, más allá de nuestro enfoque único, todo ello con el requisito imprescindible de la empatía, realizando el tránsito para analizar el posible conflicto, también, desde los ‘zapatos’ del otro u otros. 

Desde la homologación que supone aceptar una visión diferente a la propia, escucha sus razones con mentalidad abierta a fin de conseguir la sinergia entre lo mejor de las diferentes aproximaciones al problema evidenciado. Se dice que el paso definitivo para superar el ‘Síndrome de Hubris’ sucede cuando se experimenta la pérdida de poder, pero debes ser inteligente y comprender qué hacer para corregir la situación antes de llegar a echar de menos los tiempos en los que tenías, y ejercías, (en tiempo pasado) poder.

Si realmente quiero mejorar la situación, puedo trabajar en lo único sobre lo cual tengo control: yo mismo(Stephen Covey)

Tras los dos mandatos de Hipólito Yrigoyen como presidente de Argentina, y las consecuencias de la crisis del Crac del 29, su gobierno fue perdiendo apoyos, hasta ser derrocado, el 6 de septiembre de 1930, por un Golpe de Estado, siendo despojado de todas sus riquezas, confinado en la Isla de Martín García, donde murió, en el olvido, el 3 de julio de 1933. Hay cosas que podemos hacer y están en nuestra propia capacidad, tanto para pasar página de tiempos superados, como para corregir conductas que a quien más daño generan es a los propios que las padecen. Es tu decisión, estás a tiempo.

 

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