Nadie es de una determinada manera. Lo que sí es valorable será su comportamiento o desempeño ante unas determinadas circunstancias; lo que en el terreno del coaching se define como el ‘estar siendo’ de una persona en un contexto específico.
La labor básica del coach ante su coachee es la de espejarle, facilitándole una importante información sobre su manera de actuar, que le ayude a crecer y a mejorar. En esa labor de proyectar al coachee su propia imagen, la herramienta del feedback será básica, de modo que cada ‘input’ que reciba el coach sea ratificado y validado, comprobando que no ha habido distorsiones, ni errores, en el proceso comunicativo entre ambos.
La labor básica del coach, ante su coachee es la de espejarle.
El coach no aportará opinión, ni juicios, a la información obtenida a través del coachee y será éste quien decida que hacer con la proyección de su propia imagen que aquel le proporcione, como un reflejo, de sí mismo, a su través.
Más allá del respeto a las formas en el proceso de coaching y, concretamente, en el feedback, el objetivo es incrementar y sensibilizar en el coachee tanto la autoconciencia y la autoaceptación, optimizando su rendimiento personal y profesional.
La intrusión de juicios a la hora de valorar el desempeño de una determinada persona, acarrea grandes riesgos y uno de los más potentes y peligrosos es lo que se conoce como ‘sincericidio’.
«Ser sincero no es decir todo lo que se piensa, sino no decir nunca lo contrario de lo que se piensa» (André Maurois)
Decía André Maurois que ‘ser sincero no es decir todo lo que se piensa, sino no decir nunca lo contrario de lo que se piensa’, lo que sucede es que en muchas ocasiones, antes de participar de nuestra opinión subjetiva sobre alguien, debemos preguntarnos si eso ayuda a esa persona o simplemente le perjudica y condiciona, en cuyo caso nuestra capacidad de sinceridad por más que la valoremos, no sirve, incapaz de construir sino destruyendo y por lo tanto siendo inútil, debiendo ser cautos con ella.
Aunque la palabra ‘sincericidio’ aún no está recogida por la RAE, se interpreta como un exceso de honestidad que lleva al extremo la expresión de una verdad ‘subjetiva’, sin filtros, hasta el punto de hacer daño a los demás. Ese exceso de honestidad se pronuncia sin empatía hacia la persona o sujeto respecto de quien se pronuncia.
“Un poco de sinceridad es algo peligroso; demasiada sinceridad, es absolutamente fatal” (Oscar Wilde)
Frente a la opinión desatada del ‘sincericidio’, el feedback tendrá como rasgo característico y esencial, ser constructivo respecto a la persona con quien lo empleemos, será importante el fondo pero especialmente la forma, para que sea recibido como parte de un eficaz aprendizaje que pueda ser implementado por esa persona en su desempeño, tanto en el ámbito personal, como en el profesional.
Algunos rasgos del feedback positivo y eficaz, incluirán la empatía respecto al otro, ayudándole; el contexto en el que dialogo fluya, donde la privacidad, con alta frecuencia, será imprescindible; un lenguaje y un tono adecuados lo dotarán de las características necesarias en su forma y, especialmente, cuida el momento del refuerzo positivo sobre aquellas cosas que tu coachee realice bien, construyendo desde ellas, enmarcando el terreno parcial de las posibles mejoras que tu feedback le pudiera sugerir, para que él decida.
En el feedback el protagonista siempre será el coachee.
En el feedback el protagonista siempre será el coachee. El coach ejercerá como un espejo que refleje el ‘estar siendo‘ de aquel, pero si en alguna ocasión se te pide una opinión, y siempre que consideres que ello puede ayudar a la persona que te lo ha demandado, asegúrate que ello responde a un requerimiento de esa persona y que lo haces como ayuda, más que por la sensación de quedarte a gusto. Piensa si lo que vas a decir aporta o resta, asegúrate del impacto de tus palabras sobre quien te escucha. Pregúntate si realmente estás hablando tú o es tu emoción la que habla por tí, y, por último cuestiónate sobre como te sentirías si el aludido por esa opinión fueras tú.
También tú puedes ser coachee y sujeto pasivo del feedback. En ese caso escucha activamente, ante cualquier duda que te surja pide la máxima claridad y el uso de ejemplos para entender, agradece el feedback y actúa siempre con humildad.
«Todos necesitamos alguien que nos dé feedback. Es así como mejoramos» (Bill Gates)
La honestidad es un rasgo personal valioso, pero el sincericidio y el feedback son conceptos muy distintos. El feedback es una herramienta de refuerzo positivo que se utiliza para ayudar a crecer a quien lo recibe, con empatía, respeto y claridad, la maestría en él se alcanza mezclando la dosis necesarias de sinceridad y sensibilidad, con el foco siempre puesto en el aprendizaje y la mejora en determinados desempeños.
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