¿Qué es más fácil, decir que sí o decir que no?, ¿elegimos lo que realmente queremos o nos condiciona lo que los demás puedan esperar y defraudar sus expectativas sobre nosotros?.
La palabra asertividad, según la RAE (Real Academia de la Lengua Española), se define como la cualidad de una persona para expresar su opinión de manera firme, y donde más se pone de manifiesto ese rasgo es a la hora de decir que no, mucho más que al decir que sí. Dicho lo anterior es importante tener claro la importancia de aprender a decir que no, ya que una dificultad en ello nos podría deslizar por una cierta pérdida del control de nuestras propias decisiones y nos invadiría una cierta frustración por no llegar a hacer lo que realmente queremos.
Naturalmente todo rasgo de nuestra forma de hacer socialmente debe tener sus límites, no se trata de ser un egoísta que no brinde espacio a los demás y a sus necesidades, sino de encontrar un equilibrio entre dos extremos igual de perversos uno que el otro: el decir siempre que sí y el decir siempre que no.
Una acertada “gestión del no”, es una adecuada herramienta a la hora de defender nuestros derechos y nuestras prioridades, en base a nuestra escala de valores personal, ganándonos el respeto de los demás, identificando las cosas que realmente queremos hacer y las que no.
“La gestión del no” de cada persona está muy relacionada con la autoestima, y la baja confianza en uno mismo, de tal modo que, quien se siente inseguro ante los demás, tiende a aceptar las peticiones de estos, como una especie de rendición en sus propios actos, afectando a su propia calidad de vida.
El coaching es una técnica de acompañamiento que el coach pone a disposición del coachee para que este descubra qué cosas hacer diferentes para conseguir resultados extraordinarios, no es consultoría y, por tanto, no hay propuestas de recetas mágicas, pero las respuestas a las siguientes preguntas te pueden aproximar a tu “gestión del no”:
¿Cómo son tus respuestas cuando dices que no, utilizas excusas?.
¿Piensas en tu tiempo libre, antes de comprometerte?.
¿Puedes cumplir en aquello en lo que te vas a comprometer?.
¿Diferencias entre la negativa a una petición que te realizan, sin que ello suponga un rechazo hacia quien te lo ha pedido?.
¿Cómo te sientes al decir que no?, ¿para qué te sirve sentirte culpable?.
¿Sabes mantenerte fiel con aquello que realmente quieres y deseas hacer?.
Dentro del mundo del coaching decimos que nadie es de determinada manera, sino que “estamos siendo de determinada manera”, estando en nuestra capacidad como individuos, hacer las cosas de forma diferente, en base al objetivo con el que cada uno se rete comprometidamente.
Si sientes curiosidad por la forma de tu estar siendo en este momento, tras contestarte a las preguntas que te he brindado en las líneas anteriores, quizás te sea de utilidad completar el test de expresión social que nos ofrece “Psicoactiva” en el siguiente link:
http://www.psicoactiva.com/tests/expresion_social.htm, tardarás en completarlo unos 20’ y sus resultados te podrán estimular para visualizar algunas formas de hacer que identifiques como terrenos de cambio. Recuerda que la vida es cambio y el coaching una adecuada herramienta para la transformación y la puesta en acción hacia el objetivo identificado.
Desde el coaching ontológico defendemos que toda realidad nace en una conversación y decir que no, de forma adecuada y sin dañar la relación, requiere de una cierta habilidad conversacional. Hemos sido educados desde niños para mostrarnos amables, serviciales y agradar a los demás, pero todo ello no puede supeditar nuestras propias necesidades e intereses.
Naturalmente que una adecuada asertividad, desarrollando la habilidad conversacional de decir que no, requiere implementar en uno mismo la capacidad de dejar espacio a los demás para que ellos también te digan que no, legitimando sus prioridades y sus elecciones… ¿cómo reaccionamos cuando recibimos un no?, la respuesta, sobre lo que nos ocurre a cada uno, cuando ello sucede, puede ser el inicio del camino para la adecuada gestión del no.
Decía Gabriel García Márquez que “Lo más importante que aprendí a hacer después de los 40, fue a decir que no” … y en tu caso ¿cómo es tu gestión del no y cómo quieres que sea en el futuro?.
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